martes, 16 de noviembre de 2010

BRUNO REVELLO - Poesía.

Un largo poema de amor


Despertamos con la baba seca

que fuimos desprendiendo por la noche

hasta convertirla en la pasta que descansa

en nuestras almohadas percudidas.

Me fui a vivir con vos, tres años ya.

No. No teníamos heladera mesa ni sillas

una pava abollada que yo traía de otra relación,

un termo metálico, de esos de los que al

cerrar hace tlack! abre haciendo tlack!

que guardabas de una expareja, con bolsito de cuero

incorporado. Ahora luego de tres años

fregando el patio y cocinando para dos

compramos una palmera de interior y

una maceta de cemento que pinté de negro

con brea que no dejará pasar la humedad.

Me gusta despertar

me gusta la vida free

me gusta que estés vos a mi lado

me gusta que la tormenta haya pasado

me gusta que en estos tres años solo discutiéramos sobre boludeces.

Ayer veíamos recostados como llovía y el viento movía; y

si éste fuera un poema clásico debería decir

árboles álamos sauces u olmos, pero como no lo es,

se zarandeaban cables una maraña que en el poste frente a nuestra casa

se fue anudando hasta ser un ovillo de corrientes parásitas.

Tres años, se fueron quemando 28 foquitos de tungsteno

arriba dormís y el silencio va haciendo shhhhhhhhhh

ruido blanco según me explicaran. Prendo la TV chiquita

que tu vieja ganó para obsequiarla junto al dvd

aunque no tengamos cable me conforma

el aire canal 7 y canal 12 con lluvia

total arriba tengo un culo que espera por mí

y me sobra el tiempo para sentarme a esperar

que el invierno acabe y vos termines tu siesta.

Que el invierno acabe y vos termines tu siesta.

Que el invierno acabe y vos termines tu siesta.

Está bien besarnos recién levantados con

los dientes sin lavar y la boca pastosa, porque así

sentimos los sabores de cada uno sin tanto paradigma

no me importa

tampoco a vos te importa.

Sobre el mismo gastado colchón, para

que Ungaretti escribiera: Me ilumino / de inmensidad.

Smáshing Pumpkins nos gusta para cuando lavamos

platos grasosos que amontonamos por semanas,

nos gusta para coger algo tranqui tranqui: el ruido de grillitos

cuando todo está en silencio y nuestra empatía

se replica en el rasgueo de sus patas. La banda sonora

es la ecolalia de nuestros besos por la mañana.

Que el invierno acabe y vos termines tu siesta.

Que el invierno acabe y vos termines tu siesta.

Una vez más no recordamos comprar café en Waltmart

así que estamos desayunando con té negro para vos,

rojo en mi taza, los días se nos pasan así, tomando té

pero el café es vital me decís una mañana

me gusta el café te digo porque el té me da sueño

vos asentís con la cabeza mientras soplás tu taza

pretendiendo entibiarla, así pasan los días mientras

esperamos que el invierno acabe mientras

esperamos que el invierno acabe mientras.

Tiñéndose la tarde por el sol que ingresa por la ventana

somos felices por un eterno momento, no

vemos muy seguido como el sol traspasa nuestros vidrios

acercándonos el zonda el olor del mar. Los días se nos pasan así

sin más que 28 lamparitas de 60wats que se fueron quemando

con una atávica brisa que viene desde la costa vecina

despeinándonos para sentir

que este poema recién empieza a escribirse.

Ni pobres ni millonarios ese verano nos dieron

ganas de ir a conocer el océano pacifico,

montamos carpa con la luz matinal al llegar, luego

de viajar viendo la terminal hacerse cada vez más chiquita

despareciendo en el espacio junto a las tomás

que pueblan la city neuquina. Vacacionamos

en la costa pacifica ese verano mirando

al cielo estrellado plagado de extintas luces que nos mienten

sostenidas en el manto negro por encima de las olas del pacifico.

Año uno cinko con k por que son cinco los kilos que

engordé en el primer año, cinco más en el segundo

cinco últimos en el tercero. Todo caserito.

La harina hace que mi panza crezca se ensanche el estomago

para parar el universo en expansión la semana

pasada decidimos correr día por medio al rayo del sol transpirando.

Bajar la wata del amor mi wata del amor

Para endurecer tu cola y dejarla paradita:

me sobra el tiempo para sentarme a esperar

que el invierno acabe y vos termines tu siesta.

el aliento seco de nuestras bocas al rayo del sol

mirándonos de a ratos las gotitas de transpiración

que van cayendo sobre el piso curtido y seco

donde rebotan nuestras zapatillas deportivas.

Por las noches sobre el costado izquierdo

no te dormís hasta que te apoyo

mis manos curtidas secas que vos recomendás ponerles crema

te acaricio primero el cuello y el tattoo hecho antes de conocerme

entonces comienza el trino de tu respirar, hasta que

te dormís; escucho el soñar tuyo de nuestro futuro hijo

antes dijiste se llamará Roco porque pega bien

con un apellido tano: Revello, sí Rocco Revello

o también Dante Revello.¿Rocco por el artista porno?

Por las noches en el costado izquierdo

del mundo vos soñás mientras yo te voy acariciando el cuello

y en mi cabeza suena una musiquita oída en una radio,

propagada por el aire desde Helsinki.

*

nos iremos a Malibú a vivir en una lujosa mansión

plagada de mayordomos preparados en el arte del daiquiri.

nos iremos a Moscú a conocer la tierra de mamushkas y tu familia paterna.

nos a las islas de Pascua para ver esas inmensas cabezas

talladas por los indios hace años, entontando poemas,

que se fueron sentando frente a los surfers

guardianes de esas grandes olas que solo allí se dan

esperando que la marea suba para desembocar en una misma sal

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